¿Qué es branding?

Branding, ¿branding qué es?

Todo negocio (por pequeño que sea) tiene una marca, no importa si es parte de una estrategia o si no ha sido planificada. La cuestión delicada es si se trata de una buena marca. Y en qué proporción forma parte de la estrategia de tu empresa.

El branding, entendámoslo de forma sencilla y concreta como la gestión de las marcas, se ha convertido en una de las palabras clave de los que muchos hablan, aunque cabe resaltar que muchos menos entienden. Da igual lo grande que sea tu empresa o proyecto, no importa el nicho en el que trabajes. De lo que puedes estar seguro es que eres una marca y si no la gestionas adecuadamente tienes un gran problema.

¿Una marca qué es?

Primero una marca no es un logo, una marca no es una campaña de publicidad, una marca no es un packaging. Tampoco una marca es lo que tú crees que eres como tal. Lo que los demás piensan que eres, eso es la marca. Es la percepción fundamentada sobre cómo te ven, aquello que despiertas en su interior y todo lo que dicen de ti (incluso lo que no dicen pero piensan). Tu negocio es tu marca y no debe haber nada más importante puesto que es lo que te define y lo que alberga toda tu esencia.
Las marcas están en poder de las personas, cualquiera que entre en contacto con ellas, y por supuesto los empleados y los clientes. Cómo interactúas con la gente crea una imagen de cómo te comportas, quién eres, para qué estás. La marca es la percepción que las personas construyen a partir de todos los impactos que generas. Así, debe ser prioritario construirla, protegerla, crear expectativas interesantes y ser capaz de satisfacerlas.

¿Pero qué es branding?

El branding genera ilusión a través de expectativas y las culmina con experiencias de marca relevantes que, al menos, satisfagan todas esas promesas generando y/o estrechando vínculos con la marca. Las empresas tienen que obtener valoraciones positivas a lo que solo podemos llegar con acciones positivas. Esta gestión de las percepciones convierte el branding en la llave maestra. Es el responsable de conseguir conexión emocional con las marcas. La mayoría de las decisiones de compra tienen conexiones emocionales potentes.

Para que las emociones formen parte del valor de marca deben integrarse en ella. Personalidad, beneficios y promesas deben formar un todo de la marca y deben estar conectados y orientados a generar una emoción positiva en los clientes. Debemos incluir una dimensión emocional en nuestros productos y/o servicios. Por ejemplo: no vendemos ordenadores, vendemos un acceso al mundo; no vendemos helados, vendemos un momento fresco y divertido… Hoy necesitamos vender algo que mejore o solucione algún problema en la vida de las personas. Para conseguirlo debemos hacerles sentir que somos esa solución que andaban buscando.

Porqué, cómo y qué del branding

Llegados a este punto no podemos dejar que las cosas ocurran por accidente. El branding es un proceso estructurado, en el que participan factores que deben interactuar armoniosamente. Así se conjugan un por qué, un cómo y un qué.

¿Por qué?

Aquí revisamos el motivo de ser del negocio vehiculado a través de la marca. ¿Por qué debería importarle a alguien? ¿Qué función tiene en el mundo? Será la base para construir el significado e identificarse con un target. No podemos gustarle a todo el mundo. El por qué, es 100% estrategia del negocio.

¿Cómo?

Aquí trabajamos de qué manera nos dirigimos a la gente, cómo nos comportamos , qué tipo de relaciones construimos. El cómo desarrolla una cultura propia, un conjunto de creencias que se compartirán por todos los miembros del equipo. Construimos relaciones hacia el interior y hacia el exterior. Es la base de todos los mensajes y actos que emite la marca y es, por ello, una pieza básica para evitar la pérdida de reconocimiento de la esencia de la marca.

¿Qué?

Llegamos a la oferta que la empresa ofrece, no importa si son productos o servicios. Es la cuestión necesaria para cerrar el triángulo y que debe ser la respuesta a las preguntas anteriores, pero nunca en sentido inverso.

Posiblemente después de leer esto pensarás que el branding no es algo que tenga una visión cortoplacista y estás en lo cierto. No es solo una pieza, es la suma de todas y sabes cuándo empiezas pero no tiene fin mientras tu negocio siga en marcha. Lo que debes tener claro es que practicarlo te facilitará el éxito. ¿Quieres Branding? Sí, claro.

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