¿Qué es la identidad actitudinal de tu marca?

No somos como creemos ser, somos como los demás nos ven. 

No tiene importancia qué concepto de tu propia marca tienes o cómo crees ser, la marca más ética, la más alegre, la más eficaz… Si no sabes mostrárselo a los demás para que te perciban de esta manera, estás perdiendo clientes, dinero y tiempo. 

Por eso hoy me gustaría adentrarme en la identidad actitudinal de tu marca y que conozcas qué es y cómo se consigue.

¡Vamos allá!

Identidad actitudinal de marca

Nuestro cerebro recibe miles de estímulos cada segundo, por eso no tiene tiempo que perder con aquellos que no entiende, claro que si no los entiende, pasa a otra cosa. Tu trabajo es que las personas (clientes potenciales sobretodo) te vean y te comprendan, y una forma de hacerlo es mediante la identidad actitudinal de tu marca.

Recuerda que es muy importante que tu marca sea relevante para tus clientes.

La identidad actitudinal, es ser y parecer que lo eres. Se trata de tus actitudes, tus comportamientos, tu forma de relacionarte con tus clientes y otras marcas. Una Love Mark o marca amada, lo es cuando consigue que sus valores y creencias se reflejen en sus comportamientos y sus actitudes.

Te pongo un ejemplo. Una marca trabaja bien su identidad actitudinal cuando dice que es pro-reciclaje y produce sus productos con un 20% de materiales reciclados. Lo dice, lo hace y los demás lo ven.

Una marca no trabaja bien su identidad actitudinal, si predica la tolerancia y se relaciona de forma inadecuada con otras marcas, por ejemplo. Lo dice y no lo hace o hace lo contrario.

Debe de existir una coherencia entre lo que tu marca predica, sus valores, sus creencias, su visión y lo que realmente hace. Si no perderá relevancia para los consumidores, no la entenderán y tu cartera se reducirá.

Una actitud auténtica consiste en ser lo que dices ser, te ayuda a ganar credibilidad, aumenta la confianza que depositan tus clientes en tu marca y producto (o servicio). Si no lo haces así cantará enseguida, hazme caso.

Las claves para definir tu comportamiento de marca

Vale, la teoría es sencilla, pero ¿Cómo aplicarla a la vida real?

A continuación te dejo unas claves muy sencillas que te ayudarán a definir tu identidad actitudinal de marca y reflejar cómo eres por medio de cómo actúas.

Tu personalidad, tu comportamiento

¿Si tu marca fuera una persona, cómo sería? Este es un ejercicio que debes plantearte antes de definir tus valores y creencias. Debes pònerte en situación e imaginarte como serían tus comportamientos frente a tus clientes, otras marcas, compañeros de trabajo, socios… 

Mi marca es cercana / tolerante / alegre…? 

Puede ser como tu quieras que sea, una vez que definas los valores deberás hacerte una última pregunta: ¿Qué significa ser cercano/tolerante/alegre con mis clientes/compañeros/socios? Y cuando la respondas tendrás a mano la forma de mostrar tus actitudes de forma que reflejen tus valores.

El comportamiento de tu marca

Sé cómo soy o cómo quiero que me vean y sé cómo mostrarlo. Ahora es momento de darle profundidad a cada uno de tus comportamientos para que realmente representen aquello que esperas. Es decir, poner cada comportamiento en el contexto de tu actividad y tu marca.

“Mi marca es cercana” era el enunciado anterior. En cuanto a tu comportamiento esto puede significar “Escucho las necesidades y las preocupaciones de mis clientes”, “Siempre trato de dar solución a los problemas de mis clientes”…

Es importante definir exactamente qué comportamientos vamos a mostrar frente cada actitud. Y no sólo aquello que haremos sino también, aquello que no estamos dispuesto a hacer, por ejemplo:  “No prometo plazos que no pueda cumplir”.

Implicación de tu marca

Aquí pasamos del desarrollo del comportamiento a la implicación. Dices lo que harás y lo que no ahora es momento de materializarlo. 

Ahora que has dejado claro que harás y cómo lo harás para que tus actitudes se vean reflejadas en tus comportamientos es hora de hacerlo. Aquí es donde juega un papel importante la coherencia entre lo que dices y haces y dónde los clientes deciden si depositar su credibilidad y confianza o no en ti.

Tu pregunta aquí es la siguiente: “¿Qué debo hacer para que se perciba lo que digo?”

Se trata de las acciones y estrategias que llevarás a cabo para que tus actitudes se reflejan en tus comportamientos. Si dices que eres cercano y escuchas  a tus clientes una buena opción sería un formulario de contacto directo y rápido o una atención al cliente rápida y eficaz. ¿Lo entiendes?

Recopilar y transmitir tu cultura

Obviamente tu trabajo no puede quedarse aquí. Para que todo esto funcione te queda un paso más. Recopila todo lo anterior en un Manual de Comportamientos y educa e informa en todos los procesos a tus empleados, socios… Deben conocer los procesos internos, las herramientas y tu cultura empresarial al dedillo para trabajar todos de forma coordinada y coherente.

Dicho así parece una tarea muy sencilla y realmente no se trata de algo que deba complicarte mucho la vida, lo fundamental es tener clara tu misión, tu visión y tus valores corporativos para trasladarlos a tus comportamientos y que todo cobre coherencia. Y si necesitas una ayuda extra porque no sabes muy bien por dónde empezar puedes solicitar una consultoría estratégica gratuita conmigo y lo hablamos.

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